LA TUTORÍA
La tutoría ha estado presente en
diferentes épocas, espacios formativos y niveles educativos, tanto nacionales
como internacionales, y se ha considerado como una disciplina que contribuye a
la formación integral del alumnado. En este sentido, la tutoría se considera un
tiempo para el acompañamiento y la gestión de un grupo escolar coordinado por
un docente. Éste, en su carácter de tutor, contribuye al desarrollo personal,
social, afectivo, cognitivo y académico de los alumnos, es decir, a su
formación integral. Por esta razón, tutoría no es una extensión de la
asignatura que imparte el docente, tampoco un periodo para realizar repasos o
asesorías académicas de las asignaturas, ni para desarrollar actividades sin intención
didáctica que desvirtúen su naturaleza. La tutoría promueve, desde la voz y
acción de los adolescentes, procesos de autoconocimiento, diálogo, reflexión,
autorregulación, desarrollo de habilidades, asertividad, identificación de
factores de riesgo y de protección, escucha activa con sus pares y su tutor,
los cuales coadyuvan en la convivencia y la conformación de su identidad.
Asimismo, el espacio curricular de tutoría está destinado para desarrollar
actividades de reflexión, análisis y discusión del grupo en torno a situaciones
de su interés, y además se plantea el trabajo de acuerdo con el desarrollo de
cuatro ámbitos, descritos en el apartado “Ámbitos de acción tutorial”, a partir
de los cuales se promueve la creación de un ambiente escolar que propicie la
integración, la participación y el mejoramiento de la convivencia social.
Desde estas premisas, la tutoría tiene
como propósito en la educación secundaria:
• Fomentar en el grupo vínculos de
diálogo, reflexión y acción, con el fin de fortalecer la interrelación con los
alumnos respecto al desempeño académico, las relaciones de convivencia y la
visualización de su proyecto de vida. En tanto, el tutor debe generar
estrategias tanto preventivas como formativas que contribuyan al logro del
perfil de egreso de la Educación Básica.
Así, la tutoría, a lo largo de la
educación secundaria:
• Coadyuva al conocimiento de los
alumnos, en lo individual y como grupo, para lograr que la escuela cuente con
la información necesaria que le permita realizar su acción educativa con
propiedad y así prevenir problemáticas complejas que obstaculizan su formación
dentro y fuera de la escuela, por ejemplo: deserción, ausentismo, reprobación,
violencia, embarazo adolescente, infecciones de transmisión sexual, adicciones,
trastornos emocionales y alimenticios, entre otras.
• Contribuye al desarrollo de las
competencias para la vida por medio de las diferentes acciones dirigidas a
favorecer que los alumnos encuentren el sentido de lo que aprenden
cotidianamente en la escuela y movilicen los diversos saberes culturales,
científicos y tecnológicos al relacionarlos con el contexto específico en el
que se desenvuelven, consideren la ubicación temporal y espacial de los
acontecimientos para el logro de consensos y la resolución de conflictos
mediante el diálogo.
• Promueve el desarrollo de habilidades
que permitan a los alumnos revisar y comprender sus procesos en el aprendizaje
de los diversos contenidos curriculares, reconocer en dónde tienen
dificultades, qué tipo de contenidos se les facilitan y cómo pueden mejorar,
asumir y dirigir su propio aprendizaje a lo largo de su vida.
• Representa un ambiente de libertad y
confianza donde se prioriza que los alumnos expresen dudas e inquietudes
respecto a su vida escolar, así como sus emociones y sentimientos.
• Permite a los alumnos valorar las
relaciones de convivencia con los otros como la vía para establecer la propia
identidad y reconocer las diferencias individuales, así como la identidad
colectiva, que se construye a partir del establecimiento de motivaciones,
tareas y metas de grupo.
• Aborda situaciones relevantes en la
convivencia cotidiana en el aula, la escuela e incluso en la sociedad, en
colaboración con los diferentes actores educativos y las familias. El objetivo
es promover el desarrollo de elementos que permitan a los alumnos asumir una
postura basada en el respeto a la dignidad de las personas y los derechos
humanos, solucionar en forma pacífica las diferencias por medio del diálogo,
establecer mecanismos de comunicación con sus pares y los docentes, así
como con los miembros de su familia.
• Colabora en el reconocimiento de la
diversidad para comprender las características del grupo y valorar las
particularidades de los individuos en sus espacios de convivencia.
La necesidad de ofrecer tutoría a los
alumnos de educación secundaria se sustenta en el beneficio que obtienen al
considerarse diversos factores socioeconómicos, culturales y psicopedagógicos
que impactan en su proceso formativo; además, en la ventaja de que los docentes
y directivos cuenten con información acerca de las metas alcanzadas y de los
problemas para encontrar vías de solución pertinentes.
De esta forma, tutoría constituye un
apoyo para la formación de los adolescentes en secundaria, a partir de la
expresión de sus inquietudes, necesidades y expectativas tanto personales como
académicas.
el tutor
Éste es el docente que atiende la
tutoría en un grupo de alguno de los tres grados de educación secundaria. Esto
le permite promover entre los alumnos la valoración de la Educación Básica como
parte de su formación personal, que se visualicen como sujetos sociales y
comprendan la importancia de perfilar su proyecto de vida a partir del trabajo
en el aula.
Asimismo, el tutor funge como un
intermediario entre el grupo y los demás integrantes de la comunidad de
aprendizaje para el desarrollo cognitivo, emocional y social de los
adolescentes de educación secundaria. Por ello es necesario que el tutor
emprenda acciones para:
• Acompañar la formación integral de los
alumnos mediante el abordaje de los cuatro ámbitos de acción de la tutoría.
• Elaborar e implementar un Plan de
acción tutorial con base en las características del grupo y del contexto.
• Mantener la participación de los
alumnos, en la realización de actividades de interés, cediéndoles la palabra y
promoviendo la autonomía en la toma de decisiones relevantes para su vida.
• Promover el trabajo colegiado en torno
a la tutoría con los diferentes actores educativos que integran la comunidad de
aprendizaje de la escuela. respecto al tutor, en cualquiera de los servicios de
secundaria –general, telesecundaria, técnica–, se espera que posea o desarrolle
los siguientes conocimientos, habilidades y actitudes para llevar a cabo sus
actividades y conformar un vínculo significativo con los adolescentes del
grupo:
Interés por los alumnos. Para generar estrategias didácticas que
le permitan conocer a los alumnos a partir de sus características, al
identificar sus necesidades, intereses y posibles dificultades personales y escolares,
con el fin de favorecer su identidad y pertenencia dentro del grupo y del
centro escolar.
Interlocución. Con el objeto de dialogar
con alumnos, actores educativos del centro escolar y las familias para fomentar
la valoración de la escuela como una com
unidad de aprendizaje.
Respeto. Hacia la vida de los adolescentes y sus diferentes
puntos de vista, al cederles la palabra y evitar imponer ideas o actividades,
en especial aquellas que los denigren. Iniciativa. Mediante la cual promover la
comunicación y participación de los alumnos, personal educativo de la escuela y
las familias en las actividades de tutoría.
Compromiso. Con el proceso de formación de los adolescentes, su
crecimiento personal y el desarrollo humano.
objetividad. En el fomento entre los
alumnos del pensamiento reflexivo, la actitud responsable y la capacidad de
decisión que promuevan su autonomía.
Flexibilidad. Ésta permite actuar conforme a las situaciones que
ocurren en el grupo, con el fin de propiciar un ambiente armónico, democrático
y provechoso para la vida del alumno.
Confianza. necesaria en el establecimiento de lazos de cordialidad,
seguridad y empatía con el grupo, mediante el manejo ético y profesional de la
información que el alumno comparte, lo que genera un ambiente armónico y
respetuoso.
Empatía con los alumnos. Ésta propicia confianza en la
interacción con los adolescentes, ya que se sienten comprendidos y valorados, y
así se fortalece su autoestima y autonomía.
Mediación. Indispensable en la conciliación de las partes en torno
a un conflicto y que entre ambas propongan la solución a sus diferencias, sin
que recaiga en el tutor la responsabilidad de solucionar todos los problemas.
Escucha activa y libre de prejuicios. Ésta tiene
como fin identificar, atender o canalizar las necesidades, preocupaciones y
problemas que plantean los alumnos durante su proceso formativo.
Observación. Se aplica para identificar las potencialidades de los
alumnos y así fomentarlas y enriquecerlas; así como en la detección de
problemáticas para trabajar con el grupo, o bien, situaciones individuales que
requieran atención especializada dentro o fuera de la escuela.
Es importante que el tutor se informe
sobre temas relacionados con tutoría, adolescencia y estrategias didácticas,
entre otros, así como, conocer sobre gustos, intereses y potencialidades de los
adolescentes del grupo. también es recomendable que el tutor sea creativo e
innovador y proponga al grupo situaciones interesantes, lúdicas y pertinentes a
sus inquietudes y necesidades, que permitan analizar con los alumnos los
asuntos que impactan su desarrollo y bienestar como integrantes de la comunidad
de aprendizaje.
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